Miedo.

Pues bien, la semana laboral ha transcurrido y mis amigas siguen estando raras. ¿Qué estará pasando? Me siento cada vez peor y más alejada de ellas. En fin, ellas están sentadas juntas en clase y a mi me han puesto en la otra punta, a lo mejor tiene algo que ver... Bah, debo dejar de buscar excusas tontas y aceptar que a lo mejor no quieren estar más conmigo, pero tal vez lo estoy exagerando demasiado.
El viernes no fui al colegio porque tenía que ir al médico, ya que me duele muchísimo el estómago. Y me tienen que haces una gastroscopia... o algo así se llama. Consiste en que te pongan anestesia general y te metan un tubo con una cámara por el esófago hasta llegar a estómago. Va a ser el jueves veintisiete. Estoy asustada. Mucho. La última vez que me pusieron anestesia general fue cuando tenía tres años. Y si no soy capaz de masticar una pastilla, tampoco lo soy para dejar que me menta un tubo por hasta el estómago, aunque esté dormida.
Y bueno, no mucho más que eso. Me he reconciliado con una amiga, en fin, supongo que en mi vida por cada siete cosas malas que me pasan me pasa una buena ¿no?